Prada y Puig transformaron su "joint venture" para el desarrollo de perfumes y cosméticos de la marca Prada en un acuerdo de licencia, prolongando asimismo su duración.
Por su lado, Puig es una empresa familiar que opera en los sectores de la moda y la perfumería con sus propias marcas de prestigio, Carolina Herrera, Nina Ricci y Paco Rabanne, produciendo también fragancias bajo licencia para casas de moda como Prada, Comme des Garçons y Valentino.Los productos Puig se venden en más de 130 países y la empresa emplea unas 3.500 personas en todo el mundo en sus distintas filiales y centros de fabricación. Incluye también una línea de perfumes producidos bajo licencia para celebridades y marcas de distribuidor.
La base para este acuerdo es el creciente reconocimiento de la marca Prada en el mundo de las fragancias, que se verá reforzado próximamente con el lanzamiento de un nuevo perfume para mujer. Desde 2003 han creado esta empresa conjunta para afianzar en el mercado.
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